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Veo reflejada en una de mis fuentes preferidas: el Management Tip of The Day del 19 de noviembre de 2008 el viejo síndrome tan bien retratado en nuestro dicho popular: ¿quién le pone el cascabel al gato? o, expresado en términos empresariales, ¿quién se atreve a contarle las malas noticias o a disentir con el jefe?

La personalidad de los directivos y su disponibilidad para aceptar críticas y comentarios es una de las características más importantes de las empresas y su cultura y, en muchas ocasiones, oscurecen con sus comportamientos en las reuniones el talento que late por debajo de ellos en la jerarquía. Una simple pregunta hecha con un tono ligeramente más elevado; el uso de la muletilla ¿estás seguro?, que viene a significar: «piensátelo dos veces antes de contarme algo que no quiero oír y otros comportamientos similares pueden coartar el pensamiento y el comportamiento de personas de gran capacidad y energía.

En este consejo diario de gestión que lanzan desde Harvard Business Online hacen hincapié en que los directivos deben evitar este tipo de comportamientos y recabar opiniones desde todos los ángulos posibles, buscando amplia diversidad en todas ellas, para tratar de evitar un importante riesgo: todo el mundo pensando igual: «unilateral thinking».

¿Utopía?: puede ser; pero tal vez esta crisis económica que estamos pasando deje como consecuencia la desmitificación de la jerarquía empresarial; ellos también se equivocan y, desgraciadamente, mucho más (al menos, con consecuencias mucho más graves) que los de a pié; claro que con el tipo de prebendas que los altos directivos habían acumulado, ¿a quién le importa equivocarse?.

Si alguien desea continuar con la línea de pensamiento iniciada en el párrafo anterior, le recomiendo vivamente el blog de Andrés Pérez OrtegaMarca Personal. Comparto muchas de sus ideas y planteamientos; con lo cual seguramente volverá a aparecer en este blog.

Actualización: enlace y comentario a noticia publicada en El País Digital 21/11/2008

Actualización: Francisco Alcaide lo explica mucho mejor que yo: Di lo que quieras, pero que sea de mi opinión…; buenísima la viñeta.

Actualización: 12/01/2009:  inspirándonos en el post de Roberto Carballo: ¿Es posible …..? Es difícil se podría haber escrito haber escrito casi lo mismo titulándolo: dime cómo aprendes y te diré como decides.

Actualización: 26/03/2009: The Economist publica una entrada que refuerza mucho la propuesta de esta entrada: Managers do the daftest things: los directivos, incluso los altos directivos renombrados y aclamados por la prensa económica, cometen errores y, en muchos casos, errores de bulto, como el cometido por Yahoo al rechazar la oferta de Microsoft por $40 billion en febrero de 2008. Muchos de estos errores se debe a la particular forma en la cual el management ha rodeado de un aura dorada a sus estrellas: jets privados, comidas de alto standing, hoteles de siete estrellas, fondos de persiones, sanidad exclusiva, educación exclusiva, contratos blindados, etc., que eleva a estas personas por encima de la normal consideración del resto de mortales y les hace actuar de una manera en la que piensan que no van a cometer errores.

A ver si es posible que llegue un poquito más de democratización a las estructuras jerárquicas. Somos remeros y remaremos, pero estamos hartos de, además, de cargar con el presidente, lo tengamos que hacer con su mujer, su casa, sus hijos, sus perros y sus obras de caridad. «Un poquito de por favor».